¿Qué es la base imponible?

La base imponible es todo ingreso en efectivo o en especies de una persona física o jurídica sin aplicarle ningún impuesto o retención. Es decir, es la suma bruta que se recibe y a la cual, posteriormente, se le aplicarán los gravámenes correspondientes. En España, todo lo que rodea a la base imponible está recogido y regulado a nivel normativo en el artículo 50 de la Ley General Tributaria.

 

La base imponible es un concepto fundamental en materia de tributación y afecta en cualquier ámbito en el que intervenga un impuesto. Por lo tanto, se trata de un término esencial no solo para la gestión financiera de una empresa sino también para las finanzas y tributaciones más comunes de cualquier persona.

Por último y a efectos de cómo abonar el IRPF, hay que diferenciar entre dos bases imponibles, puesto que están gravadas de forma diferente:

  • La base imponible general, que es en la que figuran todas las rentas e ingresos.
  • La base imponible del ahorro, en la que se incluyen los ingresos y rendimientos mobiliarios de intereses, dividendos, seguros, etcétera.

 

¿Cómo calcular o conocer la base imponible de una factura?

La base imponible de una factura es el precio neto que un autónomo o empresa va a cobrar al cliente. No obstante, hay ciertas diferencias entre cómo se emiten las facturas y en cómo se habla de precios, sobre todo en función del sector en el que se trabaje. Por eso y por los diferentes gravámenes y retenciones que puedan participar en un proceso de facturación, puede resultar de gran utilidad apoyarse en los servicios de un asesor fiscal.

 

La base imponible y su relación el IVA

De todos modos, las facturas comunes generalmente pueden ser con el IVA incluido o con el IVA aparte de la base imponible. En el caso de que se emita una factura de, por ejemplo, 500 euros + IVA, la base imponible de dicha factura son los 500 euros. Sin embargo, la cantidad que va a ingresar el emisor por sus servicios será de 605 euros. En este caso se ha aplicado el 21% de IVA (105 euros) sobre la base imponible, que eran los 500 euros.

En el caso de que la factura que se emita sea de 500 euros con el IVA incluido, habrá que deducir cuánto es el 21% de IVA ya dentro de ese precio final. En este caso, la base imponible o el coste por los servicios será de 413,22 euros, mientras que los 86,78 euros restantes pertenecen al gravamen.

 

La base liquidable, la imponible y su importancia en el IRPF

Otro de los clásicos conceptos de muchas facturas en relación a la base imponible es el IRPF. Esta retención figura en la mayoría de facturas expedidas por profesionales y, a nivel de aplicación, acaba restando un porcentaje al IVA (del 15% normalmente, aunque puede variar en función de diversos aspectos como los años de actividad).

Sin embargo, para aprovechar las reducciones fiscales en la declaración de la renta hay que diferenciar entre base imponible y base liquidable. Por un lado, la base imponible suma el total de los rendimientos del contribuyente, contabilizando ingresos, patrimonio, etcétera.

Por otro, existe la base liquidable que es sobre la que se aplicará los impuestos que se tienen que pagar por IRPF. La razón es que la base liquidable es el resultado de aplicar las reducciones correspondientes a la base imponible de la persona. De esta forma, lo que se tiene en cuenta a la hora de aplicar uno u otro tramo del IRPF es la base liquidable.